Siento cambios, me gusta.
Ayer, eran las 9 de la noche y todavía estaba sentado en el risco de una via ferrata, mirando el horizonte, comiendo pan con aceite y longaniza, en silencio y de tanto en tanto pensando en voz alta.
Una sensación de paz, de bienestar de equilibrio, sin la urgencia de volver a casa "por que ya era hora".
Siento cambios en mi, siento paz, sosiego; y me gusta.
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